Durante años, evitó acudir al dentista por experiencias traumáticas y por las barreras sensoriales que enfrenta como persona autista. Hoy, tras su tratamiento con sedación consciente en Carralero Clínica Dental Avanzada, nos cuenta cómo ha transformado por completo su salud y su calidad de vida.
¿Cómo describirías tu salud dental antes de los tratamientos?
Realmente, muy mal. Porque no traté los problemas durante muchos años. No es que no me cuidara los dientes, sino que los problemas fundamentales no los traté.
¿Por qué evitabas ir al dentista?
Por el miedo que tenía a los dentistas. Tuve varias experiencias muy malas. Aparte de eso, soy autista, y todas las herramientas que los dentistas usan hacen ruido, hay mucha luz… Hay muchas cosas que a una persona autista le impiden estar tranquila.
¿Qué pensaste al proponerte la sedación consciente?
Cuando me ofrecieron el tratamiento, me quedé muy sorprendida de que lo ofrecieran, porque ya era algo que había buscado. Y cualquier duda que tenía, me la aclararon completamente.
¿Cómo fue tu experiencia durante el tratamiento con sedación?
Obviamente, entré súper nerviosa, nerviosísima. Pero desde el primer momento, todos los profesionales de esta clínica me trataron súper bien.
Estás medio dormida; aún hay una parte de ti que está consciente. No sentí dolor, ni los movimientos en la boca… súper bien. Estuve muy contenta. Y los días posteriores, también bien, porque llevaba semanas o meses con dolor, y ese mismo día el dolor se fue.
¿Qué le dirías a alguien que tiene miedo al dentista?
Diría: da el paso. Porque el dolor, los problemas que pueden surgir… no es solo tu boca, es todo tu sistema digestivo, tu salud.
No te esperes al último momento, como hice yo. Ya no era persona. Tomaba una cantidad de medicamentos para suprimir el dolor que no era normal. No me quedó otra que pedir una cita de urgencia. Me miraron, me hicieron las fotos… No me hicieron nada en ese momento, querían asegurarse primero de qué era el problema para dar el siguiente paso.
Así que, aunque dé mucho miedo —y sé que es fácil decirlo—, ese es mi consejo: hazlo.
Si tuvieras que describir tu experiencia en una sola palabra o frase…
A mí me ha cambiado la vida. Parece muy fuerte lo que digo, pero es la realidad. Ahora puedo comer y beber lo que quiero, cuando quiero. Y eso le cambia la vida a una persona.
¿Recomendarías a Carralero Clínica Dental Avanzada?
Sí. Por el profesionalismo del personal y también por las instalaciones.
Entré con mucho miedo, pero después de los procedimientos, puedo venir a mis citas sin ansiedad. Vengo como una persona sin miedo. Aquí no eres solo un número. Te tratan con cariño, con respeto. Desde el primer momento en que dije que tenía miedo, cada profesional lo tuvo en cuenta.
Un tratamiento odontológico puede ser mucho más que salud bucal: puede ser un cambio de vida. Como Rebeca lo expresa, “ahora vengo sin miedo”. Una historia real de valentía, empatía clínica y bienestar.