Desde que inicié mi profesión como odontólogo, he atendido numerosas visitas de pacientes que tenían mucho miedo al dentista y que hacía más de 10-15 años que no visitaban una clínica dental, de hecho, algunos nunca habían visitado a un dentista; la mayoría de veces provocado por malas experiencias anteriores, y por la mala publicidad de los dentistas de hace 25 años. Por suerte, hoy día las cosas han cambiado mucho y gracias a la tecnología de vanguardia podemos ofrecer unos tratamientos rápidos y sin dolor.
Por otro lado, muchos niños, aunque cada vez menos, tienen miedo al dentista simplemente porque sus padres así se lo han enseñado, es decir, ¿cómo es posible que un niño tenga miedo al dentista si nunca lo ha visitado? Desde aquí, quiero invitar a los padres a que en ningún caso comenten nada negativo acerca de los dentistas delante de sus hijos, con el fin de no causarles un trauma sin motivos.
