Paqui es mucho más que una paciente: es parte de la familia Carralero desde el primer día. Lleva casi dos décadas confiando en nuestro equipo, y no solo ella, también su marido y su hijo. Hoy nos abre las puertas a su experiencia personal con las carillas dentales, un tratamiento que no solo ha transformado su sonrisa, sino también su seguridad y su día a día.
¿Qué tratamientos te han realizado en Carralero Clínica Dental Avanzada?
Pues me han hecho muchos tratamientos desde hace 19 años que yo vengo, desde que empezó el Dr. David Carralero, empecé a venir yo. Y me hicieron limpieza, me han hecho blanqueamiento, me quitaron un quiste de la parte baja de la derecha, etc. Y todo muy bien, me lo hizo muy bien. De esto hace ya al menos 7 años. Luego me han puesto las carillas, que es lo último que me han hecho.
¿Qué te motivó a considerar la opción de las carillas dentales?
Porque yo tenía los dientes muy pequeños y las dos palas de delante las tenía separadas de siempre. A mí me gustaba pero a mí marido no y David me comentó que el diastema podía llegar a provocarme problemas de salud bucal. Me decidí muy rápidamente porque vine a hablar con los especialistas de estética dental, y me estuvieron explicando detalladamente en lo que consistía, cómo iban a hacerlo, y me pareció bien, y me decidí muy rápido. En menos de un mes ya estaba empezando el tratamiento.
¿Cuáles eran tus principales preocupaciones antes de optar por las carillas?
Mis dientes anteriores no me disgustaban así que la decisión fue por pura estética y por recomendación de los doctores. Al hacerme la prueba primera que te hacen para ver si te gusta, pues me pareció maravilloso, me quedó una sonrisa muy bonita, entonces decidí que sí enseguida.
¿Te gustan los resultados obtenidos? ¿Qué te dice la gente en la calle?
Pues al principio nada, porque llevábamos la mascarilla. Me lo hice en el tiempo, pero luego la gente se sorprendió mucho, me decían que mi sonrisa era preciosa. Gracias a mis carillas han venido más gente a hacérselas, porque les gustó. Me decían “¡qué sonrisa más bonita se te ha quedado! Es que había mucha diferencia de una sonrisa a otra. Ahora sonrío en todas las fotografías.
¿Has notado algún cambio en tu confianza o autoestima desde que tienes las carillas dentales?
¡Sí! A mí antes la gente me decía que tenía los dientes separados, llamaba la atención porque eran pequeños y separados y, claro, a veces me costaba sonreír. La verdad es que ahora no tengo ningún complejo ni ningún problema. Tengo la autoestima muy alta, al sonreír no tengo ninguna manía y puedo sonreír continuamente, porque además es que yo soy de siempre estar sonriendo. Y antes me privaba a lo mejor un poquito, sobre todo cuando estaba con gente que no era de confianza, pero yo ahora mi sonrisa va por todos los sitios.
¿Qué cuidados especiales has tenido que realizar desde que tienes las carillas?
Ninguno en especial, sigo usando el cepillo eléctrico, que es el que yo también gastaba antes. Ahora es lo mismo, los enjuagues, el cepillo, el hilo, etc., que me van muy bien para las carillas y para toda la boca en general.
¿Recomendarías las carillas dentales a otras personas que estén considerando mejorar su sonrisa? ¿Por qué?
Se lo recomendaría a todo el mundo sin dudarlo, le diría que viniese mañana mismo y que se haga el estudio y verá cómo se le quedará preciosa la sonrisa. Que cogerá más confianza en ella misma y se quedará súper contenta.
¿Y cómo ha sido el trato en Carralero Clínica Dental Avanzada durante estos 19 años?
El trato siempre ha sido igual. Porque he venido yo, mi hijo, mi marido, venimos los tres. Mi hijo también llevó la ortodoncia y se le ha quedado la boca perfecta. Él viene cada año, hace su revisión, su limpieza, y lo tiene súper bien, todo perfecto. Conozco a todas las compañeras y a todos los médicos, desde el Dr. David Carralero hasta la última auxiliar. Y no he tenido nunca ningún problema con ninguna ni con ninguno.
Todos perfectos, cariñosos, te tranquilizan mucho porque yo al dentista le tenía mucho respeto antes lo llevaba mal. Aquí te dan mucha tranquilidad. Cuando te sientas en el sillón, es un relax, una tranquilidad, que dejas tu dentadura en manos de quien te esté atendiendo. Porque cuando sales de aquí, sales relajada y sales súper bien.
Gracias, Paqui, por compartir con nosotros tu historia, tu cercanía y tu confianza durante todos estos años.