En una adecuada higiene oral, la limpieza con hilo dental resulta imprescindible. El cepillo de dientes no siempre llega a todos los rincones de la boca y es el hilo el que puede ayudar a quitar partículas de comida en esos lugares más ocultos. Es de esta manera como se consigue mantener a raya la placa dental, causa de caries y enfermedades periodontales.
Limpieza con hilo dental o con cepillos interproximales
Lo cierto es que ambos son un buen complemento para una limpieza en profundidad de la boca. Pero hay algunas diferencias. Los cepillos interdentales son muy efectivos para retirar la placa bacteriana y muy cómodos de usar. Además, se presentan en diferentes grosores para poder insertarlos entre los dientes con facilidad.
Sin embargo, cuando el espacio interdental es mínimo, no se pueden emplear. Tampoco suelen alcanzar la parte interna y superior de las piezas, donde también se acumula placa. La alternativa es entonces la limpieza con hilo dental. Este, si se emplea una técnica apropiada, alcanza toda la superficie del esmalte dental. La técnica es sencilla y muy efectiva, pero es básico realizarla de forma adecuada.
Si necesitas ayuda, consulta nuestra guía sobre cómo utilizar el hilo dental correctamente.
En los últimos años se han popularizado, por otra parte, unos palillos con hilo dental. Su uso es más cómodo, puesto que no hay que hacer tantas maniobras ni enrollar y desenrollar continuamente el hilo.
Sin embargo, tienen el inconveniente de que se usa el mismo segmento de hilo en toda la boca, por lo que se pueden esparcir las bacterias y restos de alimentos. Además, no se curva, de modo que es fácil que queden zonas sin limpiar, al igual que si no se usa en la posición adecuada.
En cualquier caso, siempre será mejor usar cualquiera de estos métodos, aunque sean menos eficientes en determinadas circunstancias, que no usar ninguno. ¿Se puede elegir? Entonces, la limpieza con hilo dental es la más recomendable.
Consejos para crear el hábito de usar hilo dental
Lo ideal es hacer una limpieza con hilo dental al día, pero por prisas o por despiste puede olvidarse. Para que eso no ocurra, solo hay que poner en práctica algunos consejos muy sencillos. En poco tiempo el hilo formará parte de la higiene oral sin tener que pensar en ello.
- Elegir el momento para usar el hilo dental: fijar rutinas siempre ayuda, por eso, lo ideal es emplear el hilo dental siempre en el mismo momento. Puede ser después de comer o por la noche, cuando más cómodo resulte.
- Poner el hilo dental en un lugar visible: si el hilo se guarda en un cajón será fácil olvidarse de él. Por ello, y sobre todo al principio, conviene dejarlo en un lugar donde se vea bien, preferiblemente junto al cepillo.
- Empezar poco a poco: los comienzos muchas veces no son fáciles, y el uso del hilo dental requiere de algo de paciencia. Para no desanimarse, un pequeño truco es comenzar pasándolo por algunas piezas e ir incrementando su uso poco a poco, hasta llegar a toda la boca.
- Fijarse en los resultados: no hay mejor aliciente para algo tan importante como la limpieza con hilo dental que apreciar los beneficios, y serán visibles. Unos dientes sin ese antiestético sarro y unas encías en perfecto estado son parte esencial de una sonrisa bonita.
Si te preocupa tu salud oral, no dudes en utilizar el hilo dental con regularidad. Pero una buena higiene no significa que te olvides de acudir a tus revisiones en el dentista.
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