Una alimentación sana y equilibrada es clave para nuestro bienestar, pero cuidar la dieta durante un tratamiento de ortodoncia lo es mucho más. Por un lado, porque unos dientes sanos siempre van a responder mejor a los tratamientos. Por otro, porque la higiene oral puede ser más complicada y los dientes pueden quedar más expuestos a la acción de las bacterias o de agentes agresivos para el esmalte. Por eso, es esencial vigilar muy bien lo que se come.
Vitaminas y minerales esenciales en la dieta durante un tratamiento de ortodoncia
Mantener una alimentación adecuada para que los dientes estén en las mejores condiciones no es complicado. Los minerales y vitaminas que necesitan se encuentran en muchos alimentos básicos.
Calcio
Siempre es importante para los dientes, pero en pacientes con ortodoncia cobra un papel fundamental. Estos tratamientos implican mover las piezas, y tanto los dientes como el hueso deben estar en las mejores condiciones. Productos lácteos, verduras de hoja verde y frutos secos como las almendras o las nueces son grandes fuentes de calcio.
Fósforo
Junto al calcio, es el mineral más importante para unos huesos y dientes fuertes, ya que contribuye a reconstruir el esmalte. Es más, para que el calcio se absorba adecuadamente, es imprescindible consumirlo acompañado de fósforo. Los lácteos son ricos en este mineral, que también se encuentra en carnes y pescados, legumbres, cereales integrales y carne roja.
Hierro
Su papel en la dieta durante un tratamiento de ortodoncia es el de reforzar el sistema inmunitario para evitar infecciones. Este aspecto es muy importante cuando se lleva ortodoncia para impedir el desarrollo de úlceras y, sobre todo, alejar la posibilidad de la enfermedad de las encías. Tampoco hay que olvidar que el hierro es fundamental para prevenir y evitar anemias, un problema que puede debilitar los dientes. Legumbres, espinacas y mariscos son ricos en este mineral.
Vitamina A
Es fundamental por varios motivos: ayuda a mantener sanas las encías, es clave para mineralizar el esmalte dental (más sensible a tratamientos de ortodoncia tradicionales), mejora la cicatrización y, de manera muy especial, previene la boca seca. No hay que olvidar que la saliva es un protector natural de los dientes. Frutas y verduras naranjas o amarillas, tomates, huevos y leche contienen esta vitamina en buenas cantidades.
Vitamina C
Es importante en la dieta durante un tratamiento de ortodoncia porque fortalece las encías y las mucosas, ayudando a prevenir la gingivitis. Además, previene el sangrado y la inflamación que en ocasiones provocan los aparatos y acelera la curación de heridas en la boca. Cítricos, kiwis, tomates, pimiento, patata y verduras de hoja verde son una buena fuente de esta vitamina.
Vitamina D
Por una parte, ayuda al organismo a absorber el calcio. Por otra, una deficiencia de esta vitamina eleva el riesgo de pérdida de masa ósea y de daños en el esmalte. Se puede aportar al organismo a través del consumo de lácteos, huevo o pescados azules.
También se puede conseguir de una forma mucho más sencilla: disfrutando del aire libre y el sol.
Una buena alimentación y revisiones periódicas
Si cuidar la dieta durante un tratamiento de ortodoncia es esencial, las revisiones que prescriba tu dentista lo son en la misma medida y se deben seguir de forma puntual. Tu ortodoncista no solo comprobará la buena marcha del tratamiento, sino que los dientes se mantienen en perfecto estado y ofrecerá pautas de higiene y alimentación que ayuden a su éxito.
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