Después de años con bruxismo, encías enfermas y piezas dentales ausentes, esta paciente encontró en Carralero Clínica Dental Avanzada una solución que no solo mejoró su salud bucal, sino su calidad de vida. En esta entrevista nos cuenta cómo ha sido su transformación y por qué lo volvería a hacer.
¿Qué te motivó ir al dentista?
Tenía bruxismo por falta de piezas, las encías bastante enfermas, y no podía masticar bien.
¿Por qué elegiste una rehabilitación de circonio en vez de ortodoncia?
Como trabajo en distintos lugares de España, no podía permitirme un tratamiento largo. Pero aquí, en seis meses, me han solucionado el problema.
¿Qué te sorprendió más del proceso?
Estoy asombrada con todos los profesionales que hay, he pasado por muchas fases: higiene, implantes… y todos son estupendos. Como personas, como trato, como profesionales. No he tenido miedo ni dolor.
¿Cómo ha cambiado tu día a día con tu nueva sonrisa?
¡Me he comido 4 kilos de manzanas! Bueno, uno o dos al día. Me encanta poder morder, comer carne sin preocupación. Todo lo que diga es poco: estoy feliz… y aparte de feliz, estoy guapísima.
¿Recomendarías a Carralero Clínica Dental Avanzada?
Yo se lo estoy diciendo a todo el mundo, a mi hija la he traído aquí. De hecho, y ella no vive en Xàtiva, vive en Tarragona. Pero que la traigo aquí —a ella y a mi hijo y a mi familia si hace falta— porque es que merece la pena que entres en una clínica y tengas todo.
Eso no se paga con dinero. Es tiempo que no se pierde de un especialista a otro, pero sin moverte de un sitio. Y aparte, no es caro esto. No es caro, quiero decirlo, porque vale menos que el coche de segunda mano donde he comprado.
¿Qué sientes ahora al mirarte al espejo y ver tu nueva sonrisa?
¡Madre mía! Me acuerdo de cuando era adolescente, porque me ha quedado la misma forma, la misma sonrisa de cuando era adolescente.
¿Quieres dar algún agradecimiento?
Sobre todo con Lidón y con María: les he cogido mucho cariño. Encar me parece una mujer estupenda, todo el equipo.
Si tuvieras que describir tu experiencia en una sola palabra…
¡Insuperable!
Ana, gracias por compartir tu historia. Nos emociona saber que hoy sonríes sin miedo y con más fuerza que nunca.