La odontología estética ha avanzado mucho en los últimos años, con nuevos tratamientos y soluciones cada vez más avanzadas, más cuidadas, más cómodas y con resultados más naturales. Una de esas soluciones, cada vez más demandada, son las carillas dentales.
De manera muy resumida y muy sencilla, se puede decir que se trata de láminas muy finas que se adhieren a las piezas dentales para mejorar su aspecto exterior. Es un procedimiento rápido, más económico que otros e indoloro, pero únicamente estético, es decir, no soluciona ni corrige problemas o patologías dentales.
Ventajas de las carillas dentales
He mencionado precio y resultados, pero hay otras ventajas que no se deben pasar por alto:
- Se pueden utilizar para mejorar la apariencia de la dentadura en diferentes casos: corrección de la forma o el tamaño del diente, ocultar una coloración anormal o manchas, cubrir huecos interdentales o disimular pequeñas malposiciones o roturas.
- En apenas unos días el paciente puede lucir una sonrisa perfecta, ya que el tratamiento es realmente muy corto.
- Aunque las hay de diferentes materiales, las carillas dentales son muy resistentes, y ni la vida ni las costumbres de los pacientes se ven alteradas tras su colocación.
- No son permanentes. Aunque no es lo habitual, se pueden quitar sin problemas y sin dañar el diente.
- Se pueden colocar a cualquier edad y en cualquier tipo de paciente, siempre y cuando tenga la dentadura definitiva.
- Protegen el diente frente a agresiones externas como ácidos dañinos o productos y alimentos que oscurecen los dientes.
¿Tienen desventajas las carillas dentales?
Realmente muy pocas, apenas ninguna más allá de una ligera incomodidad los días inmediatamente posteriores a su colocación. Sí se podría mencionar que, en caso de rotura, desgaste o deterioro (que no suele ser habitual), por lo general es aconsejable cambiar la carilla, ya que no siempre se pueden reparar.
Carillas dentales Lumineers
Las carillas dentales pueden ser de diferente material y diseñarse de diferente forma. Uno de los sistemas más avanzados son las carillas Lumineers. Están diseñadas a medida para cada paciente, que en dos sesiones ya las tendrá colocadas, son más finas que una lentilla y extremadamente resistentes, además de que no es necesario tallar el diente ni usar anestesia para su colocación. Son seguras y no provocan alteraciones dentales.
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