Rechinar o apretar los dientes de manera inconsciente es mucho más que un hábito molesto para los demás. Las consecuencias del bruxismo pueden ser muy serias y afectar tanto a la salud como a la calidad de vida de quien lo sufre. Evitar esas consecuencias no es complicado, pero se necesita un diagnóstico adecuado, y es ahí donde radica el principal problema.
Según un estudio publicado por la Sociedad Española del Sueño (SES), aproximadamente un 8% de la población sufre este trastorno. Pero el porcentaje de personas que lo han padecido o lo padecen en un momento concreto de sus vidas es mucho mayor, sobre todo en momentos complicados como los vividos en pandemia.
Sin embargo, muchas no llegan nunca a saber que sufren este trastorno o no acuden al especialista para su tratamiento porque no le dan mayor importancia. Es entonces cuando las consecuencias del bruxismo se dejarán notar de forma muy diversa.
Causas y consecuencias del bruxismo
El bruxismo puede aparecer por diferentes motivos. En la infancia, de manera transitoria, por el propio desarrollo mandibular y, en edad adulta, por problemas como maloclusiones, alteraciones mandibulares, trastornos del sueño o estrés. Las consecuencias de no tratarlo se pueden dejar notar tanto a corto como a largo plazo:
- Desgaste del esmalte dental: esa fricción continua que representa el bruxismo va erosionando el esmalte de los dientes. Esto, a su vez, puede desembocar en episodios de hipersensibilidad y en fracturas, además de que facilita la aparición de caries.
- Inflamación de encías: en casos más agudos, las encías llegan incluso a retraerse. Si no se trata a tiempo, este problema provoca movilidad dental y pérdida de piezas.
- Alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM): la sobrecarga que supone el bruxismo provoca dolor e inflamación, así como molestias al abrir la boca o masticar.
Además de estas consecuencias del bruxismo, hay otras que no siempre se relacionan con este trastorno, aunque realmente sea su origen. Esa sobrecarga mandibular puede hacer que el dolor se irradie a otras partes del tercio superior del cuerpo. Si al levantarse se sufren dolores de cuello, cabeza, cervicales u oídos sin causa aparente, conviene plantearse el bruxismo como origen.
También hay que pensar en este trastorno cuando se padece insomnio u otras alteraciones del sueño. Y, en este caso, las consecuencias van mucho más allá, ya que la falta de un buen descanso repercute en los estados de ánimo y la concentración.
Acudir al especialista es fundamental
En una simple revisión rutinaria, los odontólogos ya podemos percibir si el paciente sufre un problema relacionado con el bruxismo. Pero, en cualquier caso y ante cualquier síntoma de alerta, lo mejor es acudir de inmediato a la clínica dental.
Las consecuencias del bruxismo se pueden evitar con unas férulas de descarga. Son unos dispositivos que se colocan en la boca para dormir y que no son molestos en absoluto. Se fabrican a medida de cada paciente y su función es relajar la tensión mandibular y equilibrar las cargas masticatorias.
En algunos casos conviene, además, acudir a sesiones de fisioterapia. Poner en práctica técnicas de relajación cuando el origen del bruxismo es el estrés, mejorar la alimentación y evitar bebidas estimulantes antes de dormir también son una ayuda para frenar este problema.
Si existen daños irreparables en las piezas dentales y el desgaste del esmalte es muy pronunciado, el tratamiento pasa por una rehabilitación protésica. Se trataría de colocar coronas que protejan el diente y ayuden a que la articulación mantenga una posición adecuada.
Si sospechas que padeces bruxismo, no dejes pasar más tiempo, las consecuencias pueden ser mucho más serias de lo que piensas. Pide cita en nuestra clínica dental en Xàtiva y, si el diagnóstico así lo recomienda, podrás tener tus férulas de descarga en muy poco tiempo. Dormirás mucho más tranquilo y tu salud lo notará en todos los sentidos.
