Es lógico que los niños sientan algo de inquietud en su primera visita al dentista infantil. Pero esa inquietud puede transformarse en expectación o en temor. El papel de los padres es fundamental para conseguir que esa primera experiencia sea lo más positiva posible para los niños. Sin embargo, sus buenas intenciones a veces generan justo el efecto contrario al deseado.
Los dentistas estamos acostumbrados a tratar con pacientes pediátricos. Por un lado, conocemos sus reacciones y sabemos cómo adelantarnos a ellas con un trato cercano y un vocabulario apropiado. Por otro, en muchos casos hemos incorporado a nuestro trabajo los principios de la pediatría psicoemocional. Y a todo ello se une que las consultas son cada vez más amables para los niños.
Cómo preparar a los niños para la visita al dentista infantil
Los más pequeños deben percibir la visita al dentista infantil como algo positivo, como algo que les ayudará a estar sanos y sentirse bien. Sin embargo, en ocasiones, esas frases bien intencionadas que se dicen a los hijos lo único que consiguen es generar ansiedad y miedo.
Animarles con frases como “ya verás como no te duele nada”, lejos de calmarles, puede hacer que se sientan más nerviosos. Es una forma involuntaria de predisponerles a que perciban la visita al dentista infantil como algo que les causará dolor. Evitar que eso ocurra no es complicado, basta con seguir unos sencillos consejos.
Mantener la calma
Padres nerviosos transmiten sin querer esa inquietud a los más pequeños. Por lo tanto, el primer consejo es no mostrar temor ante esa visita al dentista infantil. Esto es especialmente importante en el caso de esos padres que tienen miedo al dentista o que han tenido una experiencia negativa en la consulta.
Los niños tienen una gran percepción de las emociones de sus padres. De ahí que sea esencial evitar gestos y reacciones que los más pequeños puedan percibir como de inquietud.
Emplear un vocabulario adecuado
No importa el contexto, hay palabras que siempre generan miedo en los niños, como dolor o aguja. Pero incluso esas palabras suavizadas pueden hacerlo. Decir que es “solo un pinchacito”, ya hace que los niños perciban que en la consulta les van a hacer daño.
Evitar esos términos y hablar siempre en positivo es muy importante para no generar ansiedad. Algo tan sencillo como decir que el dentista tiene una varita mágica que hará que la suya sea la sonrisa más bonita del mundo es mucho más efectivo para calmar su ansiedad.
Explicar la importancia de una buena salud oral
Los más pequeños tienen una facilidad asombrosa para interiorizar acciones y conceptos. Por eso desde muy pequeños hay que explicarles que cuidar sus dientes es importante para que puedan comer de todo y sonreír mucho. Eso les hará implicarse de una forma natural en el cuidado de su boca y crear buenos hábitos bucodentales.
Después solo habrá que contarles que el dentista infantil es su amigo, que también se preocupa por la salud de sus dientes y que quiere que crezcan sanos y fuertes. Aunque aún no lo conozcan, ya sabrán que es alguien en quien pueden confiar.
No usar al dentista como amenaza
Nunca se sebe presentar al dentista infantil como alguien que da miedo. Así que amenazar a los niños con llevarles a la consulta dental si comen muchas chuches no es precisamente buena idea. Ellos entenderán el castigo como algo doloroso. Hay formas mucho más sutiles y positivas de explicarles que los dulces no son buenos para ellos porque son alimentos que causan caries.
Confiar en el dentista infantil
Cuando un dentista pide a los padres que se queden en la sala de espera es por un motivo justificado. En muchas ocasiones su presencia no es en absoluto beneficiosa para el niño. Este, en lugar de colaborar, puede mostrarse incluso más nervioso.
Los odontólogos estamos acostumbrados a tratar con niños y a afrontar situaciones a veces muy complejas. El apoyo de los padres es esencial, pero no necesariamente significa que tengan que estar con los pequeños en la consulta.
Familiarizar al niño con la consulta dental
Conviene llevar a los niños a la consulta del dentista infantil desde muy pequeños para realizar revisiones rutinarias. Esta es una forma de evitar problemas de salud dental y, por supuesto, de que asuman las visitas a la clínica como algo natural y se familiaricen con la consulta. El dentista hará el resto para que la experiencia de los más pequeños sea siempre positiva y hasta divertida.
De esta forma, nos aseguramos la total cooperación de los paciente pediátricos cuando regresen a la consulta y, de manera especial, cuando sea necesario realizar algún tratamiento dental.
Una clínica diseñada para los niños
En Carralero Clínica Dental Avanzada contamos con un espacio dedicado en exclusiva para nuestros pacientes pediátricos. Para nosotros, es un entorno profesional donde poder realizar tratamientos de odontopediatría y ortodoncia infantil. Para ellos, la clínica infantil es un lugar fantástico donde les esperan un sinfín de aventuras de la mano de Dentino, nuestra mascota, y de sus amigos.
Además, pueden entrar a formar parte del Club Secreto. En él aprenderán de forma divertida un montón de cosas interesantes sobre el cuidado de sus dientes. Haz que la visita al dentista de tu hijo sea toda una aventura, pide cita ya en nuestra clínica dental en Xàtiva.
