Unos dientes alineados correctamente son la esencia de una sonrisa bonita. Pero los beneficios de tener todas las piezas bien colocadas van mucho más allá de una cuestión estética. Funciones básicas como comer, hablar y, a veces, incluso respirar de la forma adecuada, dependen en parte de nuestra boca.
Por ello, es muy importante dar a las maloclusiones y malposiciones dentales la relevancia que se merecen. No hay que olvidar que nuestra salud general está estrechamente ligada a nuestra salud dental. Y mejorar esta última significa también mejorar la calidad de vida en aspectos muy diferentes.
Cómo pueden cambiar la vida unos dientes alineados
Empezando por el aspecto de la apariencia personal, unos dientes alineados equilibran y armonizan la estructura facial. De esta forma, ayudan a mostrar una imagen rejuvenecida y más atractiva. Todo ello sin olvidar que una sonrisa perfecta es un factor que ayuda a enriquecer las relaciones sociales, a aumentar la autoestima y a sentirse mejor.
Pero esa es solo la forma “visible” de esos beneficios que aporta tener los dientes alineados. Hay otros muchos que también hay que tener en cuenta:
Una boca más sana
Con unos dientes alineados es más difícil que se acumulen restos de alimentos entre ellos. De esta manera, las posibilidades de que la placa y el sarro se acumulen son menores. Y a ello hay que sumar que la higiene oral es más sencilla.
La consecuencia será una boca más sana y un menor riesgo de padecer caries o enfermedad periodontal. La periodontitis, además, se considera factor de riesgo en la aparición de otras patologías como el alzhéimer.
Una mejor digestión
La masticación es fundamental para que los alimentos lleguen al estómago en las condiciones adecuadas para la digestión. Unos dientes alineados no solo permiten comer de todo, sino ejercer las fuerzas masticatorias adecuadas para triturar la comida perfectamente.
Así, el estómago no se ve obligado a trabajar más y se evitan digestiones pesadas y problemas gastrointestinales como acidez o reflujo.
Prevención de problemas y patologías dentales
Con unos dientes mal alineados no se mastica de forma homogénea. La consecuencia es un desgaste dental irregular que puede repercutir en los huesos y articulaciones de la boca. Y los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) causan tensión en la parte superior del cuerpo, provocando a su vez dolores de cabeza, cuello, oídos, etc., que alteran la calidad de vida de quien los sufre.
Al alinear los dientes se previene ese desgaste desigual que a la larga afectará a la salud de los dientes y se protege la articulación. Pero también puede suponer decir adiós a esos dolores que a veces resultan incapacitantes.
Prevención de trastornos del sueño
Trastornos del sueño como el ronquido o la apnea obstructiva tienen lugar cuando las vías respiratorias se bloquean. Un paladar estrecho, mordidas cruzadas o malposiciones dentales pueden sumarse a los factores de riesgo, puesto que favorecen la respiración por la boca. Al contrario, dientes bien alineados mejoran la capacidad respiratoria y facilitan la respiración nasal.
Esta es una cuestión muy importante, puesto que la apnea del sueño incrementa el riesgo de patologías diversas, desde hipertensión a accidentes cerebrovasculares. Además, disminuye la capacidad de concentración, provoca somnolencia diaria, cambios de humor y, en el caso de los niños, puede provocar retrasos en el aprendizaje.
Más facilidad para relacionarse
Los dientes también juegan un papel fundamental en la pronunciación. El apiñamiento dental o las mordidas cruzadas impiden hablar correctamente. Y, cuando eso ocurre, las relaciones sociales pueden verse afectadas.
Los dientes alineados facilitan la posición de la lengua y el paso de aire para vocalizar perfectamente. En los más pequeños, es importante para mejorar sus habilidades comunicativas. En los más mayores, facilita las relaciones sociales y la comunicación a todos los niveles: personal y laboral.
Bienestar mental
Una sonrisa alineada mejora la salud a todos los niveles, físico y también emocional. Y, cuando una persona se siente bien en su día a día, su calidad de vida mejora. Se inicia así un círculo virtuoso, porque sentirse bien anima a cuidarse más.
Cómo conseguir unos dientes alineados
Corregir unos dientes mal alineados pasa por un tratamiento de ortodoncia. Existen diferentes alternativas. Por un lado, la ortodoncia tradicional, la que emplea brackets. Esos brackets pueden ser metálicos o de zafiro, mucho más discretos. Y para quienes se preocupan de su imagen, cabe la posibilidad de optar por ortodoncia lingual, en la que esas piezas se colocan en el interior de los dientes.
Por otro lado, existe la posibilidad de optar por ortodoncia invisible Invisalign, que trabaja con alineadores transparentes que se pueden quitar para comer y para la higiene oral. Es un tratamiento discreto y más cómodo que los brackets.
Sea cual sea el tratamiento elegido, unos dientes alineados permiten ganar en salud a todos los niveles, prevenir patologías muy diferentes, ganar en autoconfianza y, en definitiva, mejorar la calidad de vida en todos los sentidos.
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