Aunque realmente no haya motivo para ello, son muchas las personas que acuden a la consulta dental con un cierto temor. En el peor de los casos, ese miedo hace que pasen por alto las imprescindibles revisiones periódicas y solo visiten al dentista cuando ya es demasiado tarde, lo que supone un riesgo para su salud bucodental y también general.
Para evitar los síntomas de esa odontofobia difícil de vencer, la solución pasa por la sedación dental. Es un procedimiento sencillo al que pueden someterse prácticamente todos los pacientes y que no entraña ningún riesgo.
¿Qué es la sedación dental?
Al hablar de sedación dental nos estamos refiriendo a una técnica que permite al paciente alcanzar la relajación necesaria para poderse someter a los tratamientos en un estado de máxima tranquilidad.
Aunque puede haber varios niveles de sedación, en las consultas dentales la más habitual es la llamada sedación consciente. Esta produce un relajamiento efectivo en el paciente, que normalmente permanece despierto. El medicamento combina sedante y anestésico para que junto con la sensación de tranquilidad, el paciente no note ninguna molestia ni dolor. Y además, la recuperación es muy rápida y en muy poco tiempo se puede volver a su vida cotidiana con absoluta normalidad.
Eso sí, solo clínicas con personal especializado y medios técnicos adecuados pueden aplicar este tipo de sedación. Previamente es necesario conocer el estado del paciente para conocer si este es el método que mejor soluciona su problema.
En cualquier caso, la sedación dental es una técnica completamente segura, tanto, que incluso se puede administrar a niños. Solo existen contraindicaciones para pacientes con determinadas patologías previas.
¿Qué ventajas tiene para el paciente y para el profesional?
La sedación dental va a permitir que los pacientes puedan someterse a cualquier tratamiento dental, dejando atrás sus temores, ya que no van a sentir nada en absoluto. Pero, además de ello, ofrece tres ventajas destacables:
- Comodidad: no solo para pacientes que tienen miedo al dentista, también para aquellos con especial sensibilidad dental, la sedación hace que ningún tratamiento resulte incómodo. No percibirán absolutamente nada que les genere incomodidad.
- Rapidez: el hecho de que el paciente esté completamente relajado nos permite a los dentistas trabajar con la máxima concentración y sin ningún tipo de interrupciones. Esto significa que los tratamientos se realizan con mucha mayor rapidez. No solo eso, sino que es posible prolongar el tiempo del paciente en la consulta para realizar en un día el tratamiento que de otra forma necesitaría varias sesiones.
- Ideal para pacientes con necesidades especiales: para personas con trastornos del procesamiento sensorial o del espectro autista, la consulta del dentista puede generar una enorme inquietud. En esos casos, la sedación dental permite realizar los tratamientos sin mayores problemas y sin ningún riesgo para los pacientes.
En Carralero Clínica Dental Avanzada hacemos todo lo posible para que nuestros pacientes se encuentren lo más cómodos en cualquier tratamiento. Por eso, ofrecemos la posibilidad de administrar sedación dental con las máximas garantías y en las mayores condiciones de seguridad. Y además, contamos con los medios técnicos más avanzados para ello.
Para nosotros es importante que nadie deje de acudir a consulta por temor. Pide cita ya y consulta con nuestros especialistas en nuestra clínica dental en Xàtiva.