Carillas o blanqueamiento son las dos alternativas posibles para devolver a la sonrisa la luminosidad que ha perdido a causa de la edad, del consumo excesivo de café o de té, de ciertos medicamentos o de traumatismos. Pero, aunque ambos tratamientos son rápidos y ofrecen resultados óptimos, no son igual de efectivos o aconsejables en todos los casos.
La recomendación es dejar la elección en manos de los profesionales. El grado de decoloración de las piezas, el estado de salud de los dientes y los resultados esperados son aspectos que determinarán si es mejor optar por carillas o blanqueamiento. La decisión dependerá siempre de la valoración previa que de cada paciente hagamos los dentistas.
¿En qué se basa la elección de carillas o blanqueamiento?
No hay un tratamiento mejor que otro. Son completamente diferentes y cada uno de ellos ofrece resultados más satisfactorios en unos pacientes u en otros según sus características. Tienen, eso sí, algo en común: son tratamientos cómodos y completamente indoloros.
En qué consiste el blanqueamiento dental
El blanqueamiento es un procedimiento sencillo que permite rebajar el color de los dientes varios tonos. El tiempo que se tarda en conseguirlo depende de dos factores básicos: por un lado, el nivel de decoloración de las piezas o el tipo de manchas que presenten y, por otro, la técnica elegida.
- Blanqueamiento con gel blanqueador y luz fría: es el tratamiento más rápido, en una sola sesión se pueden obtener resultados óptimos.
- Blanqueamiento con férulas y gel blanqueador en casa: en este caso, los resultados se consiguen en un periodo de entre 2 y 16 semanas, según el tono que se desee alcanzar. Hay una alternativa, que son las tiras blanqueantes.
- Tratamiento combinado: tratamiento con férulas y gel en casa y luz fría en la clínica. Es el que proporciona resultados más duraderos.
Qué son las carillas dentales
Las carillas no blanquean la superficie dental, sino que cubren el diente por completo. Las hay de dos tipos:
- De porcelana: se diseñan y fabrican a medida de cada paciente y se adhieren a la superficie dental. Son ultrafinas y muy resistentes.
- De composite: en este caso se aplican sobre el diente capas de una resina especial que se van tallando hasta conseguir la forma y tamaño deseados.
Ambas técnicas son mínimamente invasivas, no es necesario tallar el diente para su colocación. Y tienen ventajas añadidas: ofrecen un resultado completamente natural y armonizan los rasgos faciales.
Carillas o blanqueamiento: criterios para elegir la mejor opción
Aunque en algunos pacientes cualquiera de las dos opciones sea perfectamente válida, no siempre será así. Hay toda una lista de criterios que se deben valorar antes de elegir entre carillas o blanqueamiento.
¿Cuándo elegir un tratamiento de blanqueamiento dental?
- Pacientes con una ligera decoloración o manchas no demasiado perceptibles.
- Cuando la salud dental es óptima y el esmalte no presenta síntomas de desgaste.
- En pacientes con una dentadura bien alineada por genética o después de un tratamiento de ortodoncia.
Con el blanqueamiento dental, estos pacientes pueden recuperar el brillo de la sonrisa. Pero hay que tener en cuenta la duración del tratamiento. En algunos casos, los resultados pueden verse comprometidos si no hay un cambio en los hábitos de vida.
¿En qué casos son más aconsejables las carillas?
- En pacientes con manchas muy oscuras en los que el blanqueamiento no es eficaz.
- Personas que tienen que mejorar su sonrisa en muy poco tiempo, por ejemplo, ante un acontecimiento familiar inminente.
- Cuando el paciente presenta desgaste dental, alguna fractura, tiene los dientes pequeños o desiguales o están ligeramente separados.
Las ventajas de las carillas frente al blanqueamiento son varias. Por un lado, que son un tratamiento muy duradero, ya que se fabrican con materiales de extraordinaria resistencia. Por otro, que además de devolver el brillo a los dientes se pueden armonizar los rasgos faciales si se realiza un diseño digital de sonrisas previo.
Carillas o blanqueamiento: tratamientos combinados
En el caso de personas con los dientes muy oscurecidos existe una tercera posibilidad para renovar la sonrisa. Consiste en combinar los dos tratamientos: primero un blanqueamiento dental que rebaje el color de los dientes y, posteriormente, la colocación de carillas solo en las piezas frontales, que son las que más se ven al sonreír.
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