Cambia el tiempo y llegan los catarros y las gripes. Sus síntomas los sufren las vías respiratorias, la garganta y la nariz. También la boca, porque esas infecciones tan molestas tienen daños colaterales. Aparece, por ejemplo, esa sensación tan desagradable de tener la boca seca, acompañada quizá de mal aliento. Y, si se trata de una sinusitis, la inflamación de los senos puede incluso provocar dolor de muelas. Cuidar tu boca durante el resfriado te ayudará a llevar mejor los síntomas de la enfermedad y a evitar esos efectos secundarios. No es complicado, simplemente conviene tener en cuenta unos consejos básicos que describimos a continuación.
¿Qué hacer para cuidar tu boca durante el resfriado?
Una vez que sabemos lo que ocurre en nuestra boca cuando nos acatarramos, llega el momento de tomar medidas. ¿Qué es lo que hay que hacer?
- Hidratarse muy bien: tanto el propio catarro como muchos de los medicamentos que se toman para aliviar los síntomas producen sequedad en la boca. ¿Qué significa? Además de la lógica molestia, aumenta el riesgo de sufrir caries, ya que la saliva evita la proliferación de bacterias. Pero, además de ello, una boca seca puede conllevar halitosis y problemas a la hora de masticar y tragar. Es decir, bebe muchos líquidos, ya que te ayudarán con el resfriado, pero también a reducir los riesgos sobre tu dentadura.
- Cuidado con las medicinas: muchos de los medicamentos que se toman para aliviar los síntomas de gripes y resfriados tienen azúcares en su composición. Por ello, conviene enjuagarse la boca tras tomarlos y elegir caramelos sin azúcar. Por supuesto, no olvides tampoco tu rutina de cepillado. Al menos 3 veces es lo recomendado.
- Extremar la higiene bucal: los virus y bacterias que han provocado ese resfriado pueden acumularse en la boca, por ello conviene ser muy meticulosos en su limpieza. Y no solo eso, también es aconsejable utilizar algún tipo de dentífrico con propiedades antibacterianas. En caso de vómito, conviene enjuagarse con un colutorio, los ácidos pueden provocar daños en el esmalte.
- Cambiar el cepillo de dientes: los mismos virus o bacterias que nos han causado la enfermedad pueden llegar al cepillo. Algunos no resistirán en él mucho tiempo, pero otros sí pueden hacerlo, de modo que, aunque no es lo habitual, existe la posibilidad de contagio. De cualquier manera, es sano y recomendable, llevar a cabo el cambio del cepillo al menos cada 3 meses.
Visita al dentista
Por supuesto, es fundamental cuidar tu boca durante el resfriado, pero también que no olvides que hay acudir periódicamente al dentista para someterse a una revisión. Es la mejor manera de tener una boca sana y, por supuesto, mucho más protegida frente a catarros y gripes. Si quieres hacerte un chequeo o tienes alguna duda, puedes pedirnos cita.