Nunca hay que descuidar la salud dental de los más pequeños, aunque sean bebés. Los dientes de leche empiezan a erupcionar entre los cinco y doce meses y, a pesar de que sean temporales, su papel en el correcto desarrollo de la boca de los niños es esencial. No solo eso, sino que los dientes definitivos también se verán afectados, para bien o para mal, por ellos.
Esos dientes de leche son importantes para que el niño aprenda a masticar y a hablar correctamente. Pero también sirven de guía para el crecimiento y desarrollo de los definitivos. Por eso, es necesario cuidarlos y prestarles atención ya en los primeros meses de vida del pequeño. ¿Qué significa esto? Algo tan sencillo como que llevar a un bebé al dentista es algo que se debe hacer pronto, muy pronto.
Llevar a un bebé al dentista: la primera visita
No es algo que suelan hacer muchos padres, pero esa primera visita al odontopediatra debería realizarse incluso antes del primer año de vida del niño. Suele ser una visita, sobre todo, informativa.
Además de una pequeña revisión de la boca del bebé, en ella el especialista explica a los papás todo lo relacionado con la salud dental de su hijo/a: consejos de higiene, buenos hábitos alimenticios, cuándo abandonar el biberón y el chupete para evitar deformaciones, cómo actuar ante un traumatismo dental, etc.
Hay que tener en cuenta que, en los primeros años de vida, los dientes de los niños están muy expuestos a una serie de riesgos que casi siempre es sencillo prevenir. De no ser así, las consecuencias negativas pueden ser severas y afectar también a los dientes definitivos. Un ejemplo sería el de un paladar estrecho a causa del abuso del chupete, una de las causas comunes de apiñamiento dental o maloclusiones.
En esa primera visita al dentista, los padres aprenderán a cuidar los dientes de sus hijos, partiendo de una correcta higiene incluso antes de que erupcionen las primeras piezas. En el caso de los bebés, es importante limpiar las encías con una gasa empapada en agua después de comer. Ya cuando salgan los primeros dientes habrá que empezar a usar un cepillo pediátrico, pero la pasta dental no llegará hasta los tres años.
En el siguiente vídeo, la Dra. Alicia Rocher, odontopediatra en Carralero Clínica Dental Avanzada profundiza en todas estas cuestiones:
La visita al dentista como algo natural
Cuando se decide llevar a un bebé al dentista se está cuidando de su salud dental de muchas formas. La prevención es la mejor forma de evitar problemas dentales serios cuando sean mayores: una malformación o un crecimiento anómalo de los dientes se pueden corregir de manera precoz, y es posible evitar la aparición de caries infantil. Pero acostumbrar a los niños a visitar la clínica dental con regularidad y acudir a revisiones les enseña algo fundamental: a no tener miedo al dentista.
Si los niños asumen esas revisiones como algo natural, aprenderán a cuidar su boca y accederán a cualquier tratamiento dental sin mostrar síntomas de ansiedad. Para conseguirlo, es importante no solo el compromiso de los padres de llevar a un bebé al dentista desde pequeños y siempre con una actitud positiva. También es esencial el propio entorno y la atención en la clínica.
En Carralero Clínica Dental Avanzada hemos diseñado el Sistema DiverD Carralero y su Club Secreto a medida de los más pequeños. El objetivo es que aprendan a cuidar de su boca y sus dientes desde el juego y que, en la clínica, encuentren un entorno amable donde la visita al dentista se convierta en una fantástica aventura para ellos.
Y, aunque a los más pequeños se les puedan inculcar buenos hábitos dentales de una forma lúdica, los padres nunca deben tomarlo como un juego, sino como una parte importante de la salud de sus hijos.
Es lógico que surjan muchas dudas, algunas puedes resolverlas en el apartado de nuestra web dedicado a la odontopediatría. Pero el mejor consejo es que no esperes a que surja un problema para llevar a tu hijo al dentista. Pide cita ya en nuestra clínica dental en Xàtiva, no dejes que nada estropee su sonrisa.