El aparato masticatorio humano está compuesto por cuatro músculos principales, entre los cuales el masetero se encuentra a ambos lados de la cara, desempeñando una función crucial en la elevación de la mandíbula. Aunque su tamaño no es excesivamente grande, el masetero es uno de los músculos más potentes del cuerpo humano, siendo capaz de generar una fuerza de hasta 90 kilos. Esta fuerza, sin embargo, puede dar lugar a ciertos problemas si el músculo se desarrolla de manera desmesurada, lo que ocurre en casos de hipertrofia del masetero.
La hipertrofia del músculo masetero es una condición que puede acarrear diversas consecuencias, como dolor y rigidez, pero también produce alteraciones estéticas notorias, manifestándose en una mandíbula prominente, ancha y cuadrada. Esta afección puede afectar tanto la funcionalidad como la estética facial, y en muchos casos, está vinculada a trastornos como el bruxismo o el estrés.
Causas de la hipertrofia del músculo masetero
Existen múltiples factores que pueden contribuir al desarrollo de la hipertrofia del masetero. Una de las causas más frecuentes es el bruxismo, un trastorno en el que la persona aprieta o rechina los dientes, lo que genera una sobrecarga en el masetero, haciendo que este se agrande de forma anómala. El bruxismo, por lo general, se manifiesta durante el sueño, pero también puede presentarse en situaciones de estrés o ansiedad, cuando el paciente aprieta la mandíbula de forma involuntaria.
Otro factor común es el hábito de masticar chicle de manera constante, lo que también puede generar un aumento de la masa muscular en ambos músculos maseteros. También puede desarrollarse en personas sometidas a estrés o con elevados niveles de ansiedad que tienden a apretar la mandíbula de forma involuntaria. Además, los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), los malos hábitos higiénicos o dietéticos y el consumo de ciertos alimentos pueden elevar el riesgo de sufrir hipertrofia unilateral o bilateral del masetero.
Diagnóstico y tratamiento de la hipertrofia del masetero
Aunque las alteraciones en la forma del rostro pueden ser indicativas de una posible hipertrofia del masetero, el diagnóstico definitivo debe realizarse mediante una exploración clínica completa que descarte la posibilidad de otro tipo de dolencias, como pueden ser tumores. Este diagnóstico es esencial, ya que, si no se trata adecuadamente, la hipertrofia del masetero puede empeorar el bruxismo, ocasionando dolores mandibulares, cefaleas recurrentes, desgaste dental y otros problemas relacionados con el aparato masticatorio.
En los casos más complejos de hipertrofia del masetero, el tratamiento generalmente requiere un enfoque multidisciplinario. Esto implica la colaboración de odontólogos, cirujanos maxilofaciales, fisioterapeutas e incluso psicólogos, sobre todo cuando la causa de la hipertrofia está vinculada a factores emocionales como el estrés o la ansiedad. Además, los tratamientos estéticos, como la aplicación de toxina botulínica en el músculo masetero, se están volviendo cada vez más populares, ya que ayudan a aliviar tanto los síntomas funcionales como estéticos.
Uso de toxina botulínica para el tratamiento de la hipertrofia del masetero
La toxina botulínica, más conocida en medicina estética por su capacidad para tratar arrugas faciales, ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la hipertrofia del músculo masetero. Este tratamiento con toxina botulínica tipo A permite reducir la fuerza del músculo y aliviar los síntomas asociados al bruxismo, como el dolor mandibular y las molestias musculares. La toxina botulínica actúa bloqueando las señales nerviosas que estimulan el músculo, lo que provoca una ligera atrofia muscular que reduce tanto el tamaño como la fuerza de la masticación.
Este tratamiento tiene un beneficio doble: por un lado, disminuye la masa muscular del masetero y, por otro, ayuda a reducir la inflamación y los dolores asociados a la hipertrofia del músculo temporal y masetero. Como resultado, el rostro se va perfilando, reduciendo la apariencia de una mandíbula cuadrada y voluminosa. Además, la toxina botulínica también ayuda a corregir la hipertrofia unilateral, cuando solo uno de los músculos maseteros está afectado.
Aplicación y duración de los efectos
La aplicación de la toxina botulínica se realiza mediante una inyección directa sobre los músculos maseteros, sin necesidad de anestesia y con mínima incomodidad para el paciente. Los efectos de la toxina botulínica comienzan a ser visibles en pocos días y alcanzan su máxima eficacia aproximadamente a las dos semanas. El tratamiento es temporal, con resultados que pueden durar entre cuatro y seis meses, tras los cuales se recomienda realizar una nueva sesión para mantener los efectos.
Además de mejorar la función masticatoria y aliviar el dolor, la toxina botulínica también tiene un impacto positivo en la estética facial, ayudando a suavizar la línea de la mandíbula y proporcionando un contorno facial más armonioso. Si sufres de hipertrofia del masetero, ya sea bilateral o unilateral, y deseas mejorar tanto la funcionalidad de tu mandíbula como la estética de tu rostro, el tratamiento con toxina botulínica es una opción muy efectiva.
En Carralero Clínica Dental Avanzada, contamos con un equipo multidisciplinar especializado en el tratamiento de la hipertrofia del masetero y otros trastornos relacionados con el aparato masticatorio. Utilizamos los últimos avances en diagnóstico y tratamiento para ofrecer soluciones integrales y personalizadas a cada paciente.
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