El reflujo gastroesofágico es un problema digestivo muy común. Lo que no todo el mundo sabe es que también puede tener consecuencias importantes en tu salud bucodental. En Dental Carralero nos preocupamos por ir más allá de la caries y la gingivitis: queremos ayudarte a entender cómo ciertas afecciones aparentemente ajenas a la boca, como el reflujo, pueden impactar en tu sonrisa.
Si alguna vez has notado un sabor ácido en la boca, mal aliento persistente o una sensibilidad dental inexplicable, este artículo te interesa. Vamos a explicarte qué es exactamente el reflujo gastroesofágico, cómo puede dañar tus dientes y, lo más importante, qué puedes hacer para prevenirlo o minimizar sus efectos.
¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
El reflujo gastroesofágico (RGE) es una condición en la que el contenido ácido del estómago asciende hacia el esófago. Esto ocurre cuando el esfínter esofágico inferior, una especie de “válvula” que normalmente impide que el ácido regrese, no funciona correctamente.
De forma ocasional, todos podemos experimentar episodios de reflujo, especialmente después de una comida copiosa. Pero cuando esta situación se repite de forma frecuente (más de dos veces por semana), hablamos de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Causas o factores de riesgo
Si te preguntas a qué se debe el reflujo gastroesofágico, debes saber que diversos factores que pueden contribuir a la aparición de este síntoma:
- Alimentación rica en grasas, fritos, cítricos o chocolate
- Consumo de alcohol o cafeína
- Obesidad o sobrepeso
- Tabaquismo
- Embarazo
- Hernia de hiato
- Uso de ciertos medicamentos como antiinflamatorios, antidepresivos o antihipertensivos.
La combinación de estos factores puede alterar el funcionamiento del esfínter esofágico y favorecer la aparición de los síntomas típicos del reflujo: ardor o acidez, sensación de quemazón en el pecho, regurgitación o dificultad para tragar.
¿Es peligroso?
Llegados hasta aquí, es normal que te preguntes si es peligroso el reflujo gastroesofágico. Aunque en muchos casos el reflujo puede parecer solo una molestia derivada de algún problema de hinchazón o mala digestión, lo cierto es que puede tener consecuencias más serias si no se trata adecuadamente.
Además de las molestias gastrointestinales, el reflujo crónico puede provocar:
- Inflamación del esófago (esofagitis).
- Úlceras esofágicas.
- Cambios celulares en el esófago que pueden aumentar el riesgo de cáncer (esófago de Barrett).
- Problemas respiratorios como tos crónica o asma.
- Daños a nivel bucodental.
Efectos del reflujo gastroesofágico en los dientes
Cuando el ácido gástrico alcanza la boca, tiene un impacto directo sobre los tejidos orales, en especial sobre el esmalte dental, que es la capa más externa y dura del diente.
Erosión dental
La exposición continua a los ácidos del estómago puede desgastar progresivamente el esmalte. Este proceso se llama erosión dental y puede conducir a:
- Mayor sensibilidad dental (especialmente al frío o al calor)
- Aparición de transparencias o bordes irregulares en los dientes
- Cambio de color (los dientes se ven más amarillos porque la dentina queda expuesta)
- Mayor riesgo de caries, ya que el esmalte actúa como escudo protector.
- La erosión suele comenzar en las superficies linguales (la parte interna) de los dientes anteriores superiores, aunque puede extenderse.
Halitosis
El reflujo también puede contribuir a la halitosis (mal aliento). Esto se debe, en parte, a la presencia de ácido en la boca, pero también a problemas digestivos subyacentes o a una flora oral alterada.
Boca seca y alteraciones en la mucosa
El reflujo puede ir acompañado de sequedad bucal, lo que favorece aún más la proliferación de bacterias. Además, la mucosa oral puede irritarse, lo que genera sensación de ardor o mal sabor.
Cómo prevenir el reflujo gastroesofágico
No todos los casos de reflujo se pueden evitar, pero sí existen muchas medidas que pueden ayudarte a reducir su frecuencia y severidad:
- Evita comidas copiosas, sobre todo antes de acostarte.
- Modera el consumo de café, alcohol, chocolate y alimentos muy ácidos.
- No fumes. El tabaco relaja el esfínter esofágico inferior.
- Mantén un peso saludable.
- Eleva la cabecera de la cama unos 15-20 cm para evitar que el ácido ascienda durante la noche.
- Come despacio y mastica bien.
- Evita ropa muy ajustada que presione el abdomen.
- Pequeños cambios en tu estilo de vida pueden marcar una gran diferencia si sufres reflujo ocasional o crónico.
Cómo tratar o aliviar el reflujo
Si ya estás experimentando síntomas frecuentes de reflujo, lo más recomendable es acudir a un especialista en digestivo. El tratamiento suele combinar cambios en la dieta y estilo de vida con medicación, como:
- Antiácidos, que neutralizan el ácido estomacal.
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP), como omeprazol, que reducen la producción de ácido.
- Antagonistas H2, como ranitidina (aunque su uso está en revisión por cuestiones de seguridad).
- En algunos casos graves, puede considerarse la cirugía antirreflujo.
Cómo tratar los síntomas orales o dentales del reflujo
Una vez que el reflujo ha tenido impacto en tu salud bucodental, es fundamental acudir a tu dentista de confianza. En nuestra clínica, abordamos estos casos desde un enfoque integral en el que podrás disfrutar de diversos tratamientos dentales según tu caso:
Prevención del daño dental
- Aplicación de fluoruros para fortalecer el esmalte.
- Selladores o barnices protectores en dientes muy erosionados.
- Uso de pastas dentales remineralizantes.
- Evitar cepillarse inmediatamente después de un episodio de reflujo, ya que el esmalte está más vulnerable. En su lugar, enjuágate con agua o con un colutorio con flúor y espera al menos 30 minutos.
Tratamiento restaurador
En casos avanzados de erosión, es posible que sea necesario:
- Reconstrucciones con resinas compuestas
- Carillas dentales para recuperar la estética
- Coronas si la pérdida de estructura es severa
Manejo de la halitosis
El tratamiento de la halitosis asociada al reflujo incluye:
- Mejorar la higiene oral (incluyendo lengua y encías)
- Uso de colutorios antisépticos
- Hidratación adecuada
- Control del reflujo con ayuda médica
Conclusión
El reflujo gastroesofágico es más que una molestia digestiva: puede tener un impacto profundo en tu salud bucal. La erosión dental, la halitosis y la sensibilidad son solo algunas de las consecuencias que puede acarrear. Por eso, si notas síntomas recurrentes o inexplicables en tu boca, no dudes en consultarnos.
En nuestra Clínica Dental en Xàtiva, no solo tratamos dientes, sino personas. Queremos ayudarte a identificar y prevenir los factores que afectan tu bienestar integral. Si tienes dudas sobre cómo el reflujo puede estar afectando a tu salud bucal, estaremos encantados de valorarlo contigo y ofrecerte las soluciones más adecuadas.
Referencias
Vakil N, et al. “The Montreal definition and classification of gastroesophageal reflux disease: a global evidence-based consensus.” Am J Gastroenterol. 2006;101(8):1900–1920.
National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK). “Acid Reflux (GER & GERD) in Adults.”
Spechler SJ. “Barrett’s Esophagus.” N Engl J Med. 2002;346:836–842.
Bartlett DW, et al. “Tooth wear: aetiology and diagnosis.” Br Dent J. 2004;197(7):411–418.
van den Broek AMWT, et al. “The role of volatile sulfur compounds in halitosis.” J Clin Periodontol. 2007;34(9):705–710.
Moayyedi P, et al. “Systematic review: proton pump inhibitors vs. histamine-2 receptor antagonists for gastro-oesophageal reflux disease.” Aliment Pharmacol Ther. 2005;21(6):731–740.
