La prevención dental debe comenzar desde el mismo momento del nacimiento, incluso antes, puesto que la salud oral de la madre también influye en sus hijos. Por eso, es fundamental conocer, aplicar e inculcar buenos hábitos de higiene en los más pequeños.
Cuándo hay que empezar a cepillar los dientes de un bebé y cómo hacerlo son dudas frecuentes entre los padres. Lo más importante es ser conscientes de que la boca de los niños es muy sensible y está especialmente expuesta a la acción de las bacterias. En otras palabras: para que nuestros hijos tengan una boca sana hay que cuidarla desde sus primeros días.
A continuación, puedes saber cómo cepillar los dientes de un bebé según su edad y a medida que vaya creciendo.
Higiene oral antes de la erupción de los dientes
No conviene esperar a que el bebé tenga sus primeros dientes para dedicar unos momentos a su higiene oral. El consejo es pasar suavemente por sus encías, lengua y paladar una gasa ligeramente humedecida y frotar con mucho cuidado. Otra opción es utilizar el dedo, cuidando siempre que las manos estén perfectamente limpias.
También es posible emplear dedales de silicona especiales para bebés, llevan unas pequeñas cerdas, se insertan en el dedo y son muy fáciles de usar.
Ese sencillo gesto ayuda a retirar restos de leche que pueden fermentar en la boca del bebé. Lo ideal sería hacerlo después de las comidas, pero hacerlo una o dos veces al día ya sería suficiente.
La limpieza de los primeros dientes de leche
Hacia los seis meses empiezan a erupcionar los primeros dientes de leche. Y ya desde el primer momento están expuestos a la caries si no se cuida la higiene oral del bebé con esmero. La limpieza debe realizarse, si no después de cada comida, sí al menos inmediatamente después de la última toma.
La gasa o el dedal de silicona se utiliza cuando el bebé no tiene dientes, pero cuando sale el primer diente, esa limpieza se debe realizar utilizando cepillo de dientes de bebé, con pasta con flúor (1000 ppm flúor), teniendo cuidado de no frotar con fuerza, pero llegando a cada rincón de la boca con movimientos circulares y horizontales.
La mejor forma de cepillar los dientes de un bebé a estas edades es apoyándolo en el regazo o una superficie firme. Y también hay que tener en cuenta que el bebé puede cansarse, por ello, conviene tomárselo con calma y darle los respiros que necesite.
Higiene bucal a partir de los 12 meses
Cuando el bebé cumpla su primer año, lo más seguro es que ya tenga varios dientes de leche. Lo adecuado es seguir utilizando el cepillo de dientes de bebé y pasta con 1000 ppm de flúor. Debe ser siempre un cepillo específico para bebés, de un tamaño adecuado a su boca y con cerdas muy suaves. Lo importante es llegar bien a todos los rincones de su boca, con movimientos circulares muy suaves.
Con esta edad, conviene cepillar los dientes de un bebé un par de veces al día. Así, además de conseguir una buena limpieza, los más pequeños se empiezan a acostumbrar a una rutina de higiene oral y al cepillo de dientes.
Cepillar los dientes de un bebé mayor
Cuando van creciendo, es fundamental comenzar a inculcar a los niños la importancia de cuidar sus dientes. Seguir una rutina diaria, hacer del cepillado algo divertido con juegos y canciones o comprarles cepillos de formas divertidas ayudará a conseguirlo.
Y, cuando hayan crecido un poco más, una buena táctica es empezar a dejar que ellos solitos se laven los dientes, siempre bajo supervisión. Los niños se sienten “mayores” y asimilan mucho mejor la importancia de seguir una buena higiene oral. Es el momento entonces de enseñarles una correcta técnica de cepillado para que vayan practicando.
De una buena higiene oral desde edades muy tempranas depende que los niños y niñas desarrollen una boca sana. Sin olvidar, por supuesto, las visitas al dentista, que son recomendables antes del primer año de vida con la salida de los primeros dientes o incluso antes si se aprecia algún aspecto anómalo en la boca de los pequeños.
En Carralero Clínica Dental Avanzada contamos con un equipo de profesionales especializados en odontopediatría. Así como con un espacio dedicado en exclusiva a los más pequeños, para que la visita al dentista sea muy divertida de la mano del detective Dentino.
Los más pequeños pueden formar parte del Club Secreto, donde les esperan un montón de aventuras, sorpresas y juegos para aprender buenos hábitos de higiene bucodental.
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