Una vez al año, el 31 de mayo, se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Es una jornada en la que se nos recuerda la importancia de abandonar un hábito que poco a poco va minando la salud. Y no solo la de los pulmones, también la de nuestra boca. Según datos del Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España, el tabaquismo es uno de los mayores factores de riesgo en el cáncer oral y multiplica las posibilidades de padecer la enfermedad periodontal.
Solo si se deja de fumar es posible evitar el deterioro irreversible de la boca. Y, aun así, el proceso de recuperación puede ser largo. Sanar las encías, recuperar el sentido del gusto y desprenderse del mal aliento llevará tiempo, pero el esfuerzo merecerá la pena.
¿Por qué sangran las encías tras dejar de fumar?
Al dejar de fumar, muchas personas notan que sus encías sangran más de lo habitual al cepillarse los dientes. Aunque pueda parecer preocupante, esto suele ser una señal de recuperación. El tabaco enmascara los síntomas de la enfermedad de encías, como la inflamación o el sangrado, debido a su efecto vasoconstrictor. Por eso, cuando se elimina la nicotina, es común que reaparezcan signos que estaban ocultos, como las encías sangrantes o el enrojecimiento.
Esto indica que los tejidos vuelven a recibir un flujo sanguíneo normal, lo que es esencial para que las encías sanas se regeneren. Aun así, conviene acudir al odontólogo para descartar una infección bucal más grave o el avance de la placa bacteriana hacia una periodontitis.
Consecuencias del tabaco en la salud oral
Los efectos nocivos del tabaco en la cavidad oral afectan tanto a los dientes como a las encías. Conocer los riesgos puede ser el primer paso para animarse a dejar de fumar.
No se puede subestimar el daño que provoca el tabaco en la salud oral. Fumar puede causar desde simples manchas hasta infecciones bucales complejas. En los casos más avanzados, el deterioro del tejido gingival puede ser tan grave que se produzca la pérdida de dientes.
El humo afecta a los vasos sanguíneos, disminuye la respuesta inmunitaria y facilita la colonización bacteriana. Una boca que no se limpia adecuadamente, en combinación con el tabaco, favorece la acumulación de placa bacteriana, principal causa de enfermedad de encías y caries.
Estos son algunas de las consecuencias de los cigarrillos:
Enfermedad periodontal
Se estima que un fumador tiene entre 2 y 7 posibilidades más de desarrollar enfermedades en las encías que uno que no lo es. El humo del tabaco hace que los tejidos periodontales se debiliten y las bacterias los ataquen con más fuerza. El resultado es que la encía se enrojece, sangra, se retrae y cabe la posibilidad de que aparezca movilidad dental e incluso se pierda alguna pieza.
¿Pueden sanar las encías una vez que se ha dejado de fumar? Depende del nivel de deterioro ocasionado por el tabaco. En muchos casos es posible, pero el proceso es largo y es necesaria la supervisión del odontólogo.
Manchas en los dientes
El alquitrán y otros componentes del tabaco provocan que el esmalte dental se oscurezca y presente un tono marrón o amarillento. Los tratamientos de blanqueamiento dental son capaces de rebajar varios tonos ese color, pero en casos severos puede ser necesario colocar carillas para que los dientes recuperen su color.
Halitosis y pérdida del sentido del gusto
El mal aliento puede aparecer no solo por el humo del tabaco, también porque fumar provoca una disminución en la producción de saliva. Esa sequedad oral, por su parte, facilita la proliferación de bacterias en la boca, causantes de la halitosis.
En lo que respecta al sentido del gusto, se pierde porque el tabaco daña las terminaciones nerviosas relacionadas con el gusto y el olfato. Es una de las consecuencias de fumar que revierten con más facilidad, en solo unos días esos sentidos pueden empezar a recuperarse.
Otros problemas orales asociados al tabaquismo
El tabaco afecta a la salud oral de otras muchas formas: incrementa el riesgo de infecciones, daña el esmalte dental, retrasa los procesos de cicatrización, provoca el fracaso en implantes dentales y reduce la eficacia de otros tratamientos dentales. Además, se calcula que fumar multiplica por tres el riesgo de padecer cáncer oral.
Cómo prevenir el sangrado de encías durante la recuperación
El primer paso para prevenir el sangrado de encías es mantener una buena higiene bucal. Es fundamental cepillarse los dientes dos veces al día, utilizar hilo dental y realizar enjuagues antisépticos si el especialista lo recomienda. El sangrado puede ser señal de inflamación de las encías o de una acumulación excesiva de placa, que si no se trata puede derivar en caries, infecciones y hasta en la pérdida de dientes.
Además, conviene recordar que el tabaco puede causar daños silenciosos y progresivos. Por eso, dejar de fumar es solo el primer paso. Una revisión profesional puede determinar si el tejido está en fase de gingivitis, aún reversible, o si existe una lesión más avanzada.
¿Cuánto tardan en sanar las encías?
Dejar de fumar tiene efectos que en algunos casos no se demoran mucho, como es la recuperación del sentido del gusto o la desaparición del mal aliento. También los tejidos de la boca perderán el color oscuro que adquieren con el tabaco. Y según pase el tiempo, el riesgo de padecer cáncer oral se irá reduciendo.
En lo que respecta al proceso de sanar las encías no es rápido y depende del grado de deterioro de los tejidos. La gingivitis, el primer estadio de la enfermedad periodontal, es reversible. Se trata de una inflamación de esos tejidos, pero aún no se ha producido su destrucción ni la del soporte óseo de los dientes, que son ya síntomas de la periodontitis. Pero en cualquier caso, el proceso de recuperación puede alargarse hasta un año.
¿Cómo ayudar a sanar las encías?
Dos son las claves para que el proceso de sanar las encías sea satisfactorio:
- Una higiene dental muy rigurosa, con un buen cepillado y el uso habitual de hilo dental, cepillos interproximales o irrigadores dentales.
- Visitas regulares al dentista para realizar un tratamiento adecuado, que suele comenzar con una limpieza profesional y que necesita de un seguimiento estricto de ese proceso para sanar las encías.
Cuando ya existe una infección bucal, o si las encías sangran con frecuencia, lo más recomendable es acudir a la clínica para que se evalúe el estado de salud periodontal. El profesional puede diseñar un plan personalizado de higiene y tratamiento para garantizar una recuperación progresiva.
Los dentistas podemos ayudarte a prevenir algunos de los daños que el tabaco causa en tu boca, a frenarlos cuando ya han aparecido y a revertirlos en algunos casos. Si eres fumador, si lo has sido o piensas dejarlo, pide cita en nuestra clínica dental en Xàtiva. En Carralero Clínica Dental Avanzada te explicaremos las pautas para cuidar tu salud oral y realizaremos los tratamientos necesarios para mejorarla. No es tarde, da ahora el primer paso.