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La falta de sueño y el Alzhéimer: cómo se relacionan los trastornos del sueño con la pérdida de función cerebral

Falta de sueño y el Alzhéimer

La calidad del descanso es fundamental para poder enfrentarnos al día a día en las mejores condiciones. No dormir lo suficiente puede tener severas repercusiones, tanto a nivel físico como mental. Además, puede ser factor de riesgo en la aparición y desarrollo de un alto número de patologías.

De hecho, existen investigaciones que relacionan la falta de sueño y el alzhéimer. Un estudio realizado por la Fundación Pasqual Maragall y publicado en la revista Alzheimer’s Research and Therapy así lo sugiere.

Realizado sobre casi 1.700 personas, se constató que existían diferencias entre aquellas que padecían problemas de sueño y las que no. En concreto, esas diferencias se percibían en las zonas cerebrales involucradas en el alzhéimer. También se concluyó que la mala calidad del sueño se relaciona con un peor rendimiento cognitivo.

No es el único, se han desarrollado otros estudios que plantean esa relación entre la falta de sueño y el alzhéimer, así como con otros tipos de patologías neurodegenerativas, como la demencia o el párkinson. La razón, explicada de una manera muy simple sería que, cuando no se duerme lo suficiente, el cerebro no tiene tiempo de desintoxicarse, de eliminar las proteínas que alteran las conexiones neuronales.

La falta de sueño y el alzhéimer: síntomas y trastornos asociados

Dificultades mantenidas en el tiempo para conciliar el sueño, despertarse continuamente por la noche, tener un descanso poco reparador y levantarse con la sensación de no haber descansado lo suficiente son síntomas que aconsejan acudir al médico.

La lista de trastornos y patologías que pueden provocar un sueño de mala calidad o insuficiente es larga y es importante realizar un diagnóstico preciso para abordar un tratamiento adecuado. Entre esos trastornos se pueden destacar dos, los más comunes en la población:

  • Insomnio: la dificultad para iniciar o mantener el sueño es un trastorno frecuente. De hecho, se considera que entre un 25% y un 35% de la población adulta española lo padece.
  • Apnea Obstructiva del Sueño: es otra patología con una elevada prevalencia, pero lo más preocupante es que según los expertos se ha incrementado en un 45% en los últimos 10 años.

Junto a ellos, cabe mencionar otros trastornos, como sueños en exceso cortos (menos de 7 horas), problemas en el ritmo circadiano o trastornos de conducta REM. Y todos tienen algo en común: las consecuencias a largo plazo para la actividad cerebral pueden ser graves, como las que relacionan la falta de sueño y el Alzhéimer.

Es importante, sin embargo, señalar que todo lo anterior no significa que quien duerma mal acabe desarrollando una demencia. Pero sí es fundamental tener presente que la mala calidad del sueño es un factor de riesgo para su desarrollo.

El papel del dentista en el tratamiento de estos trastornos

El consejo general es hacer todo lo posible por mejorar la calidad del sueño, durmiendo las horas necesarias, estableciendo un horario de descanso regular y olvidándose de estimulantes como la cafeína o el alcohol.

Pero acudir al especialista cuando las dificultades para dormir o para mantener el sueño se mantienen en el tiempo, es fundamental. El diagnóstico precoz permite iniciar los tratamientos más adecuados para cada paciente, según el origen del trastorno.

En algunos de esos tratamientos, el papel del dentista es fundamental. Por ejemplo, en el caso de pacientes que padecen apnea obstructiva o ronquidos. Ese colapso de las vías respiratorias se puede evitar con un dispositivo de avance mandibular.

Se trata de un pequeño aparato que se coloca en los dientes a la hora de dormir y que fuerza ligeramente la mandíbula para abrir la vía aérea. Se diseña siempre a medida de cada paciente, no es en absoluto molesto (se puede hablar y beber con él) y es muy discreto.

Otra circunstancia en la que el dentista es importante a la hora de tratar problemas de sueño es en pacientes que padecen de bruxismo. Este trastorno puede provocar dolores en la parte superior del cuerpo que alteren el normal descanso. En este caso, el tratamiento pasa por otro pequeño aparato, una férula de descarga, que reparte las fuerzas que se realizan con los dientes.

Paladares estrechos o maloclusiones severas también pueden afectar, de un modo u otro, al descanso, puesto que pueden dificultar la respiración o ser una de las causas del bruxismo. Y una enfermedad como la periodontitis también se ha relacionado con el alzhéimer.

Existen, por lo tanto, muchas razones para acudir al dentista con regularidad. Una boca sana es mucho más que una sonrisa bonita, es salud, y en Carralero Clínica Dental Avanzada trabajamos para ello. Pide cita ya en nuestra clínica dental en Xàtiva y recupera la calidad de tu sueño.

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