La alimentación después de cualquier procedimiento dental es muy importante. Y de hecho, saber “qué puedo comer después de sacarme una muela” es una de las preguntas habituales que tenemos que responder los dentistas.
Evidentemente, tras la extracción siempre habrá unas pequeñas molestias que pueden incluso quitar el apetito. También puede producirse algún pequeño sangrado sin mayor importancia, pero que seguramente altere el sabor de la comida. Sin embargo, hay que alimentarse, y, además, hacerlo correctamente porque el cuerpo lo necesita y porque es imprescindible para una correcta cicatrización.
¿Qué puedo comer después de sacarme una muela?
Lo aconsejable, al principio, es tomar alimentos líquidos o semisólidos. En este sentido, los batidos y los purés son perfectos porque no es necesario masticar y porque aportan una buena cantidad de vitaminas y otros nutrientes esenciales. Además, hay mil maneras de hacerlos.
Se pueden elegir los ingredientes más apetitosos y que más gusten para que así no cueste tanto comerlos. Para enriquecer los purés, además de la verdura, se puede añadir algún lácteo o pequeñas cantidades de pescado, por poner algunos ejemplos.
Si es verano o apetece, los líquidos o alimentos fríos son perfectos; ya que el frío ayuda a mitigar las molestias y reduce el dolor, el sangrado y la inflamación. En este sentido, además de batidos, se puede comer helado o postres como yogures o natillas.
Cuando hayan pasado dos o tres días ya se podrá masticar, quizá no con normalidad, pero sí lo suficiente como para empezar a tomar alimentos algo más consistentes. Pescado sin espinas, carnes blandas como pollo bien desmenuzado, tortillas o sopas pueden entrar ya en el menú.
Lo que sí conviene evitar durante unos días son alimentos que pueden causar daños o molestias. Es el caso, por ejemplo, de productos o platos picantes, que pueden provocar escozor. También conviene evitar cereales o semillas, que se pueden clavar en la herida e incluso provocar alguna infección. Alimentos demasiado duros o gelatinosos están, asimismo, desaconsejados.
¿Cuándo se normaliza?
En pocos días la alimentación se puede normalizar, teniendo en cuenta lo siguiente; no masticar por el lado en el que estaba la muela extraída.
Y un aspecto más en que los profesionales incidimos mucho: la higiene bucal es esencial siempre, pero mucho más cuando ha habido una extracción o un proceso quirúrgico. La boca es caldo de cultivo perfecto para gérmenes y bacterias, especialmente si quedan restos de comida. Por ello, aunque la alimentación sea algo más limitada, la limpieza no debe serlo. Es la mejor forma de evitar las infecciones.
Si te estás haciendo la pregunta de “ qué comer después de sacarme una muela ”, ya has visto que es importante que te alimentes bien para acelerar la recuperación. Si el cuerpo tiene los nutrientes necesarios, la cicatrización será más rápida. Simplemente, tienes que procurar comer alimentos blandos. Cómo mezclarlos y cocinarlos dependerá ya de tus gustos.
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