Despertares continuos, malestar al levantarse, cansancio y falta de concentración son algunas de las consecuencias que padecen aquellas personas que roncan. Estas son las más palpables y conocidas, pero hay muchas otras que se pueden manifestar a largo plazo.
Aunque en el día a día no se aprecie, roncar afecta al cerebro. Y lo hace de una manera que puede comenzar a manifestarse al cabo de los años si no se pone remedio y puede llegar a ser peligrosa.
¿Qué es la apnea del sueño?
Para comprender mejor cómo los ronquidos afectan al cerebro antes conviene conocer algo más del trastorno que los ocasiona. Al dormir, la faringe se relaja y las vías respiratorias se estrechan. Como el espacio se reduce, al pasar el aire durante la respiración puede hacer vibrar el paladar y la úvula (campanilla), y así se generan los ronquidos.
En algunos casos extremos, las vías respiratorias llegan a cerrarse completamente. Esto es lo que se denomina apnea obstructiva del sueño y provoca interrupciones en la respiración mientras se duerme. Esas interrupciones pueden durar unos pocos segundos o algunos minutos. Y en esos periodos de tiempo los niveles de oxígeno en sangre se reducen. Cuando la respiración se normaliza se hace con un fuerte ronquido.
La consecuencia más visible de este trastorno es un descanso insuficiente que se traduce en agotamiento durante el día, somnolencia, irritabilidad o cambios de humor. En casos más graves, se relaciona con un mayor riesgo de hipertensión o problemas cardiovasculares.
¿De qué manera roncar afecta al cerebro?
Un estudio publicado en el European Respiratory Journal da las claves sobre cómo roncar afecta al cerebro. La apnea obstructiva del sueño podría provocar modificaciones en la estructura cerebral muy similares a las que se manifiestan en las primeras fases de la demencia.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Sídney, asegura que los trastornos del sueño pueden ser un factor más en el desarrollo de la demencia. Para llegar a esta conclusión trabajaron con un grupo de pacientes de entre 50 y 88 años.
Así, descubrieron que aquellos cuyos niveles de oxígeno eran más bajos en sangre mientras dormían tenían ciertas zonas del cerebro más finas. En concreto, las áreas relacionadas con la memoria y el aprendizaje.
Otra investigación, en este caso publicada en la revista Neurology, descubrió que personas con apnea obstructiva presentaban un deterioro cognitivo leve diez años antes que aquellas otras que no tenían problemas respiratorios a la hora de dormir.
Por estos estudios, podemos concluir que está demostrado que roncar afecta al cerebro y por tanto, debemos procurar evitarlo.
¿Se puede evitar? Posibles tratamientos
La apnea obstructiva del sueño tiene factores de riesgo como pueden ser el sobrepeso, unas vías respiratorias estrechas, avanzada edad, factores genéticos o el consumo de alcohol y tabaco. Cuando ha aparecido, lo primero es analizar y tratar estos factores.
También hay tratamientos específicos. El más común consiste en dormir con una mascarilla que transmite una presión continua de aire para evitar que la vía respiratoria colapse. Sin embargo, puede llegar a ser incómoda y provocar molestias como sequedad de boca o rozaduras.
En casos leves el dispositivo Orthoapnea puede ser una solución eficaz para que el paciente recupere la calidad de vida. Es un pequeño aparato que adelanta ligeramente la mandíbula para permitir la entrada de aire. Se fabrica a medida de cada persona y es muy cómodo; de hecho, no impide hablar o beber. Además, es pequeño, por lo que se puede llevar a cualquier sitio. Y nadie mejor que una de nuestras pacientes, Lourdes Soler, para explicártelo.
En Clínica Dental Carralero tenemos larga experiencia en tratamientos con Orthoapnea. Si tienes algún problema respiratorio mientras duermes, mi consejo es que no lo dejes pasar. Cuanto antes se trate, mucho mejor. Si necesitas más información, acude a nuestra clínica dental en Xàtiva y haremos un estudio de tu caso en particular, proponiéndote la mejor solución.