Cuando empiezan a aparecer, las líneas de la sonrisa o de marioneta se convierten en una auténtica pesadilla para muchas personas. Se trata de esos surcos profundos que arrancan de las comisuras de la boca y descienden en vertical por el rostro hasta el mentón, dando una apariencia de marioneta, de ahí su denominación. Pero reducir líneas de la sonrisa es posible en una sola sesión y sin recurrir a la cirujía.
¿Por qué aparecen estas líneas?
Su aparición es uno de los síntomas habituales del envejecimiento, de hecho, empiezan a formarse cuando la piel pierde elasticidad y los tejidos grasos y musculares se debilitan. Es entonces cuando la parte inferior del rostro comienza a perder tersura.
Pero no solo la edad, hay otros factores que también influyen en la aparición de este tipo de arrugas. Uno de ellos es la herencia genética, si en la familia hay casos de personas con líneas de marioneta es mucho más probable desarrollarlas en la edad adulta.
Otro factor es el sol. Una exposición prolongada, y muy especialmente si es sin protección, afecta a las fibras de la dermis que se encargan de generar el colágeno. Este es el que aporta elasticidad y flexibilidad a la piel.
Y aún hay otros factores determinantes, como el estilo de vida, los cuidados y la protección que se proporcionen a la piel de rostro o el tabaquismo.
Cómo reducir líneas de la sonrisa
Tal vez la primera solución en la que se piensa es en la cirugía; sin embargo, es posible reducir líneas de la sonrisa sin necesidad de pasar por quirófano. Hoy en día existen técnicas y tratamientos muy poco invasivos y muy eficaces para devolver al rostro parte de la tersura perdida con los años.
Uno de esos tratamientos es el que se realiza con ácido hialurónico. Esta es una sustancia que se encuentra de forma natural en nuestros tejidos y órganos y que ayuda a que la piel se mantenga hidratada y tenga elasticidad.
El problema es que la producción natural del ácido hialurónico se va rebajando con la edad. El resultado es la pérdida de firmeza y la aparición de arrugas como las de la zona peribucal, en este caso las líneas de marioneta.
Lo mejor es que, de algún modo, podemos aportar a la piel del rostro ese ácido hialurónico perdido. ¿Cómo? Mediante inyecciones. Es un proceso rápido y de efecto inmediato que se realiza con anestesia local y que apenas provoca molestias más allá de una ligera hinchazón y enrojecimiento de la zona que solo durará unas horas.
De esta manera se logra reducir líneas de la sonrisa y rellenar las arrugas que aparecen alrededor de la boca. Lo mejor es que el resultado es completamente natural, aunque hay que tener presente que es una sustancia que el cuerpo va a reabsorber de manera natural, por lo que sus efectos no son definitivos. Eso sí, pueden durar entre 6 y 12 meses, según cada paciente.
Con la aplicación del ácido hialurónico podrás recuperar una sonrisa juvenil y radiante en una sola sesión.
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