Muchas patologías no estrictamente orales se reflejan en la boca. Una de ellas es la celiaquía, que tiene una significativa prevalencia en la población, cercana al 1,5 % en el caso de los niños. Diagnosticar y tratar la enfermedad de manera precoz es clave para prevenir los problemas dentales de los celíacos. Y, en el sentido inverso, cuando los dientes ya manifiestan algún síntoma, una visita al dentista puede ser el primer paso para ese diagnóstico.
¿Qué es la celiaquía?
La celiaquía es una patología autoinmune que desencadena el gluten, una proteína presente en la semilla de la mayoría de los cereales. Cuando un celíaco consume esa proteína, su sistema inmunitario la percibe como una amenaza y se desencadena una respuesta de defensa que afecta al intestino delgado.
Aparecen entonces síntomas como distensión y dolor abdominal, diarrea, gases, náuseas y vómitos. Y, junto a ello, también puede producirse una deficiente absorción de los nutrientes. No hay tratamiento farmacológico para tratar esos síntomas, la única forma de evitarlos es no tomar alimentos que puedan contener gluten.
¿Cuáles son los problemas dentales de los celíacos?
La manifestaciones de esta patología no quedan solo en disfunciones gastrointestinales. De hecho, es posible que alguno de sus síntomas se manifieste en la boca incluso antes que en el sistema digestivo. Esos problemas dentales de los celíacos aparecen de formas muy diferentes.
Retraso en la erupción de los dientes
La celiaquía puede mostrar sus síntomas en los dientes desde edades muy tempranas y un crecimiento tardío tanto de los dientes de leche como de los definitivos es uno de ellos. El motivo de este y otros problemas dentales de los celíacos estaría en esas dificultades del intestino para absorber adecuadamente nutrientes como algunas vitaminas o el calcio, esenciales para una adecuada salud oral.
Alteraciones en el esmalte dental
Uno de los problemas dentales de los celíacos más visibles adquiere la forma de hipoplasia del esmalte. Significa que el esmalte no se ha desarrollado como debería. Aparecen entonces manchas, una coloración anormal, surcos y fisuras y sensibilidad dental. Es, además, factor de riesgo para la aparición de caries.
Boca seca
El sistema inmunitario de las personas celíacas también puede responder al gluten atacando a las glándulas salivares. Este hecho tiene una enorme relevancia para la salud oral. La saliva es un gran aliado para la boca. Por un lado, ayuda a eliminar restos de alimentos que queden en ella. Por otro, neutraliza los ácidos que generan las bacterias orales y que atacan al esmalte dental. Es, por tanto, factor de riesgo para patologías como caries o gingivitis y también para la halitosis.
Úlceras orales
Las molestas y dolorosas aftas orales aparecen en el interior de las mejillas o los labios, así como en la lengua o las encía. Entre las causas que pueden propiciar su aparición se encuentran infecciones virales, estrés, deficiencia de vitaminas y alergias o intolerancias alimentarias. En este último caso, en el que se incluiría la celiaquía, el desencadenante podrían ser deficiencias nutricionales o una respuesta exacerbada del organismo a la ingesta de gluten.
La importancia de visitar con regularidad al dentista
Más allá de que algunas de las manifestaciones de esos problemas dentales de los celíacos puedan ayudar al diagnóstico de la enfermedad, el control de la salud oral es fundamental para evitar que tenga efectos severos en la boca. Personas que ya cuenten con un diagnóstico deben extremar la higiene dental y controlar de manera rigurosa el estado de sus dientes y encías.
Las revisiones dentales son, por lo tanto, de vital importancia. En Carralero Clínica Dental Avanzada somos especialistas en prevención dental, te ayudaremos a que tu boca sufra lo menos posible por los efectos de la enfermedad celíaca. El primer paso: concertar una cita en nuestra clínica dental en Xàtiva.
