El sueño en adolescentes, o más exactamente el déficit de sueño, se ha convertido en una asignatura pendiente. Los jóvenes españoles duermen poco y en muchos casos mal. Así lo revela un estudio publicado recientemente y presentado por la Fundación Mapfre, la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Sociedad Española del Sueño (SES).
Ese ‘mal dormir’ puede tener consecuencias nefastas, especialmente en esos adolescentes que están en pleno desarrollo cerebral y madurativo. Hace falta, por tanto, una mayor concienciación de los efectos de los trastornos del sueño.
Algunas conclusiones del estudio sobre el sueño en jóvenes
Los datos que ofrece el estudio ¿Cómo duermen los jóvenes? Hábitos y prevalencia de trastornos del sueño en España son preocupantes. Indica que más de un tercio de los españoles entre 18 y 34 años reconoce dormir menos de las 7 horas recomendables. Además, un 83 % reconoce hacer uso de dispositivos electrónicos en la cama antes de dormir y un 61 % reduce el periodo de descanso de forma voluntaria para realizar otras actividades.
Por otra parte, el informe señala que algo más del 29,3 % de los jóvenes asegura tener un problema de salud mental diagnosticado, especialmente ansiedad y depresión, y un 19 % relaciona esos problemas de salud mental con el insomnio.
Los efectos de ese sueño en adolescentes y jóvenes que es insuficiente o de mala calidad van desde el cansancio y fatiga diurnas, a dolor de cabeza, irritabilidad, problemas de concentración o un descenso en el rendimiento académico o laboral. Hay otra consecuencia: entre un 10 y un 30 % de los accidentes de tráfico, según el estudio, tendrían detrás ese mal dormir, sobre todo en jóvenes que padecen apneas del sueño.
El estudio, evidentemente, es mucho más amplio y profundiza en cuestiones como las alteraciones en los ritmos circadianos de los más jóvenes o la propensión en el sector de menos edad a padecer el síndrome de retraso de fase (SFR), que implica que se duermen y se despiertan más tarde de lo recomendable. También aborda la relación de patologías como la apnea con el insomnio.
Sueño en adolescentes: consejos para dormir mejor
Una correcta higiene del sueño es fundamental para el bienestar de la población más joven. El sueño en adolescentes no debería suponer menos de siete horas. Pero además de ello es fundamental seguir otros consejos:
- Mantener un horario regular a la hora de acostarse y levantarse y no retrasar ir a la cama si aparecen síntomas de somnolencia.
- Evitar alcohol, café, bebidas energéticas y comidas pesadas antes de acostarse.
- Olvidarse de los dispositivos electrónicos al menos media hora antes de acostarse y dejar el móvil fuera de la habitación para evitar el insomnio tecnológico.
- Realizar algo de deporte.
- Evitar siestas de más de media hora.
El dentista puede ayudar a dormir mejor
Uno de los aspectos que señala el estudio es que una cuarta parte de los encuestados reconoce roncar y un 11 % señala que han manifestado apneas. A ese dato hay que añadir que un 15 % reconoce haber sufrido un accidente de tráfico por somnolencia o desatención y, de ellos, entre los que más siniestros admiten por estas causas se encuentran aquellos que presentan apnea obstructiva del sueño.
Diagnosticar y tratar este trastorno es, por ello, muy importante para mejorar el sueño en adolescentes que presentan síntomas. El dentista es una pieza clave. Algunos de los síntomas de la apnea se manifiestan en la cavidad oral y se pueden diagnosticar en la consulta dental con una exploración en profundidad.
En lo que respecta al tratamiento, los dispositivos de avance mandibular se han mostrado eficaces en casos de apneas leves y moderadas. Son unas pequeñas prótesis que se fabrican a medida y que fuerzan ligeramente la mandíbula para que las vías aéreas permanezcan abiertas.
Si tienes hijos que han presentado síntomas, acude de inmediato al especialista. No olvides que el sueño en adolescentes puede condicionar su calidad de vida, su rendimiento y su desarrollo. Pide cita en nuestra clínica dental en Xàtiva, somos especialistas en medicina del sueño.
